dimecres, 26 de setembre del 2012

25-N, ELECCIONES EN CATALUNYA: TODOS GANAN, EL PSC PIERDE


25-N, ELECCIONES EN CATALUNYA: TODOS GANAN, EL PSC PIERDE



Cuando era pequeño, los “reyes” me trajeron un maravilloso juguete, que todavía conservo, se llamaba “Juegos Reunidos Geyper”. Entre los juegos había uno muy simple, una especie de peonza octogonal que se giraba y al parar caía de un lado y marcaba una postura; salía por ejemplo: pon uno,  pon dos, o todos ponen, todos pierden…etc.

Si hacemos el símil con las elecciones catalanas convocadas para el próximo día 25 de noviembre a mi juicio el lado que ha salido es: “todos ganan, el PSC pierde”. Intentaré explicarme:
A CiU y a Mas les ha salido la jugada redonda. Una legislatura absolutamente fracasada, sin capacidades para reactivar la economía, recortando más que el propio Rajoy,  suprimiendo a la vez el impuesto de transmisiones, gobernando para los suyos y con una nula sensibilidad social; cercado por las comisiones de investigación y a punto de destaparse sus negocios sucios (Ferrovial, Palau, etc).

Ante este escenario, Mas ha tenido la capacidad de jugar hábilmente con la coyuntura y los sentimientos de la población y ha utilizado la miopía y la estupidez mayúscula del PP y del PSOE al oponerse al pacto fiscal para tirarse un órdago –para los jugadores de mus- o un all-in -para los jugadores de poker-

Mas no ha tenido más remedio que “tirarse al monte” y dejar atrás la cuidada ambigüedad sobre el tema nacional que ha hecho gala CiU en los últimos 30 años y se ha subido al carro de la masiva reivindicación por la independencia, con un millón y medio de personas en la calle, convocando unas elecciones de cariz plebiscitario con el “derecho a la autoderminación” en el frontispicio.  Frente del No rotundo de Rajoy –con la complicidad del PSOE (y la abstención del PSC) al “pacto fiscal” –la reivindicación estrella de CiU para esta legislatura. Ante esta negativa y con la gente en la calle, Mas no tenía más remedio que abrazar la causa de la autodeterminación y de la reivindicación del estado propio para Catalunya. O esto o quedarse fuera de la política. Se lo ha jugado al todo o nada. Con ello ha provocado dos fenómenos, iniciar el proceso para la secesión de Catalunya, un camino para mí sin retorno y otro, el garantizar un triunfo abrumador en las próximas elecciones. Lo que legitimará de paso su política económica y social y los futuros recortes, ya anunciados.

Mas ha hecho de la necesidad virtud y probablemente pasará a los libros de historia como un gran estadista que pilotó a Catalunya en un momento crucial. En este sentido, un cierto paralelismo con el president Lluís Companys, un mediocre o muy mal gobernante, pero que ha pasado a la posteridad gracias a la muerte prematura de Francesc Macià, a una guerra, a una proclamación fallida de la República Catalana y a una muerte heroica.

CiU i Mas, ganan –ya han ganado- .

El PP, también gana. Puede plantear su “españolidad” en las próximas elecciones. Puede ser el partido que defiende la unidad de España y a su oposición a la autodeterminación. Así, puede esconder su política de extrema derecha y sus recortes salvajes detrás de la defensa de España. Probablemente el desgaste electoral que sufrirá en estas elecciones será mínimo, eso si sufre desgaste. Recordemos que ellos, juntamente con Ciutadans son los únicos que defienden estos postulados.

Tenemos el bloque independentista nato: ERC y SI. Estas formaciones también ya han ganado. De hecho son los únicos que habían defendido nítidamente la independencia en su programa electoral. El que hayan conseguido llevar a CiU a este molino es un éxito para ellos. La única duda es si la avalancha del voto útil y la capacidad de Mas para rentabilizar los sentimientos actuales de la ciudadanía catalana puede dejarles el espacio político suficiente para incrementar su representación parlamentaria. Quizás si, aparte de la independencia, definiesen un modelo alternativo y más de izquierdas de país pudiesen captar el voto independentista y de izquierdas, actualmente huérfano de partido en Catalunya.

En este mismo apartado pondría a IC-V. Para mi es el único partido que ha combinado de una manera muy inteligente la reivindicación nacional y de clase, dentro de la magnífica tradición psuquera. Ha combinado desde el primer momento el apoyo nítido al pacto fiscal y al derecho de la autodeterminación con el mensaje de que no es posible cualquier independencia, cualquier modelo para Catalunya. Que otra Catalunya independiente es posible. Que hablar –solo- de derecho a la autodeterminación no es suficiente. Que hay unas necesidades sociales que hay que tener en cuenta. Que hay una Catalunya de izquierdas y otra de derechas. Y que no todo es culpa de Madrid. 

Creo que si IC-V mantiene este discurso consecuente podrá incrementar claramente su influencia política. 

Sería interesante por tanto la posibilidad que se ha estado trabajando que la izquierda nacionalista catalana pudiese presentarte junta a las elecciones –ERC-SI-ICV- y sectores de la izquierda catalanista del campo socialista, sea con un “programa común” o como un “frente de izquierdas”. Creo que sería la única manera de disputar la previsible hegemonía de CiU y de articular una alternativa política del centro izquierda nacionalista, que, como decía antes, está huérfana en nuestro país.

He dejado para el final el PSC, el único partido que, bajo mi punto de vista, haga lo que haga ya ha perdido las próximas elecciones –si no algo más-.


En primer lugar, a Pere Navarro, actual Primer Secretario de los socialistas catalanes me lo imagino en estos momentos en una buena charcutería de Barcelona encargando un buen jamón y una caja de buen vino para enviársela a Artur Mas. Gracias a la convocatoria de las elecciones anticipadas Navarro será candidato a la presidencia de la Generalitat. Esto si que era un quimera imposible hasta hace un día. Recordemos que hace un año, en su congreso se comprometieron para realizar unas primarias abiertas a la ciudadanía –a la francesa-. Visto el poco carisma y convencimiento que generaba Navarro y vistos los candidatos alternativos que ya habían anunciado su intención a presentarse, se recurrió a –es lo habitual en estos casos- crear una comisión para elaborar un reglamento de las mismas (lease: hacer un reglamento para intentar que de una manera “presentable” pudiese ganar Navarro). Convocadas las elecciones, ya no hace falta las primarias ni el reglamento: “Muerto el perro se acabó la rabia”. El próximo domingo será ungido candidato por el consejo nacional del PSC.

No obstante, este es un honor que, en estos momentos, no le desearía ni a mi principal enemigo. Navarro ostentará probablemente el récord de obtener los peores resultados de la historia que hasta ahora tenía Montilla, con lo que su incipiente futuro político como parlamentario podría acabar antes de comenzar.

Estos resultados se podrían dar por la combinación de diversas razones. Al poco carisma y capacidad de liderazgo de Navarro ya citadas anteriormente se le juntaría lo que a mí me parece lo más importante: el inexistente proyecto político para Catalunya. Siguiendo las órdenes del PSOE, se abstuvieron (menos Ernest Maragall) a la reivindicación del pacto fiscal, sin saber analizar los aires y el ambiente que se respiraba en el país. Frente a la manifestación por la independencia no supieron posicionarse y después del éxito de la misma se atrevieron a decir que “los que se manifestaban no lo hacían todos por la independencia si no por los recortes” –sin comentarios-. El PSC se ha hecho abanderado de la fórmula del “federalismo” como solución del encaje de Catalunya con España. Esta solución –posible e incluso deseable en su tiempo- ya ha resultado anacrónica. Su muerte fue dictada por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut: La Catalunya votada por sus ciudadanos no tenía cabida en esta España y en esta constitución.  Una segunda oportunidad hubiera podido ser el pacto fiscal, a esto también se abstuvo el PSC. 

Por otro lado, el PSC ha hecho del federalismo su propuesta política. Pero en el federalismo, como un matrimonio, deben ser como mínimo dos. Y ¿quien hay al otro lado? Nadie. El PP por supuesto no. ¿Y el PSOE? En la Fiesta de la Rosa de hace 15 días, Rubalcaba se hizo el loco ante el SOS desesperado de Navarro en relación al federalismo. Ni pronunció esa palabra en su discurso. Por supuesto, la capacidad de hacer el ridículo es siempre ilimitada y hace un par de dias pudimos oir en la SER unas declaraciones de Rubalcaba –enmendadas horas después por Elena Valenciano- en la que se manifestaba a favor del federalismo y de la posibilidad de reformar la Constitución para lograrlo. ¿Un brindis al sol? ¿Una hipocresía? Todo es posible, considerando que para realizar cualquier reforma de la constitución se necesita mayoría de 2/3 y sabiendo lo que defiende el PP, pues…poca viabilidad parece que tenga la cosa. Y, recordando la posición del PSOE frente a la reivindicación del federalismo asimétrico de Pasqual Maragall, de la laminación que realizó dicho partido de l’Estatut y su incumplimiento posterior cuando estaba ZP en el gobierno, no creo, francamente, que Rubalcaba haya caído del caballo como San Pablo y haya la visto la luz federalista y autonomista de repente.

¿Y ahora? ¿El PSC va a defender el derecho a la autoderminación de Catalunya? Parece que va ha incorporarlo a su próximo programa electoral para defender la opción del SI al federalismo…Bien…es un avance, considerando que todas las propuestas que han habido en todos los congresos del PSC de incluir este derecho en el ideario político de este partido han resultado siempre infructuosas. Gracias a Mas, el PSC incorporará este derecho en su programa político. Gracias a Mas, el PSC defenderá el derecho a la autodeterminación…triste…

No creo que se alinee con los sectores más cavernícolas del PP y caiga en la tentación de abordar estas elecciones en clave frentista. Aunque no hace menos de un mes Rubalcaba manifestaba de manera enfática que si Catalunya optaba por la independencia se encontraría con el PSOE delante. Supongo que no de la misma manera que los militares…esperemos vaya!

¿Y el llamado “sector catalanista del PSC”? ¿Qué va a hacer? ¿Va a continuar en el partido sabiendo que a lo máximo que llegará el PSC es a defender será lo mismo que ahora, un federalismo imposible? O, por el contrario ¿Se sumaría a una plataforma unitaria de izquierdas y catalanista?

En todo caso, para resumir, podemos constatar que estas elecciones han pillado al PSC con el pie cambiado, sin candidato, sin programa, mirando al cielo y discutiendo, en este caso si, “si son galgos o podencos”. Aquellos polvos trajeron estos lodos, por ello tiene sentido la afirmación con la que empezaba este escrito: ¡Todos ganan, el PSC pierde! La ficha ha caído de este lado.

Francesc Osan
26 Septiembre 2012


Nota:

Posteriormente a escribir este artículo a saltado a las noticias el posicionamiento del PSC en relación a la consulta ciudadana por la autodeterminación. El PSC solo apoyará las consultas dentro de la "legalidad" española. Esto supone que cualquier consulta debe ser aprobada por el consejo de ministros. No parece que el gobierno del PP esté por la labor de autorizar un referéndum por la determinación, con lo cual de facto el PSC se sitúa al lado del PP y ciutadans. Ya se sabe, españolistas por españolistas, la gente vota a los auténticos


5 comentaris:

  1. Muy interesante y provocador tu análisis!!
    Sin embargo no veo clara la salida para Catalunya, tiene que tener una postura, y en tiempos de crisis siempre el radicalismo es el más fructífero, así que más allá de oportunismo, jugar con la carta independentista es una salida cómoda que posiciona al PSC frente a cualquier otra eventualidad surgida desde Madrid. No se si pierda del todo, creo que necesita tener un escenario, y por el momento creo se está sumando al más aceptable, que no siempre es el mejor!!.

    Un abrazo querido Francesc!!

    VERO

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  2. Quizás todos ganan y PSC pierde; y en este caso no resultaría tan grave. Incluso puedo coincidir en buena parte de lo que dices. Lo que me preocupa es que acabemos perdiendo todos más allá de los partidos. Esta movilización de los sentimientos de identidad en una situación de crisis económica, no tiene buena pinta, y puede convertir a parte de la sociedad en una masa ilusa y manipulable hasta abrir las puertas de manifestaciones fascitas veladas (arropadas por cualquier bandera). Espero que no nos acabemos haciendo daño.

    Santi


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  3. estic d'acord amb l'article, penso que el Nou PSC s'ha fet vell i caduc abans de la primera data electoral. ICV es de moment el que manté aquest discurs cla i complementari Dret a l'Autodeterminació i Politiques progressistes d'esquerra, lligant i possant al dia, el document que el Guti "Per un catalanisme Popular" va presentar com a secretari gral del PSUC el segle passat.

    Carles Girbau

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  4. Malauradament és una bona anàlisi perquè Catalunya (sigui independent, federal o autonòmica) necessitaria un partit socialista fort i el que veiem és que està a punt d'arribar un nou cicló Katrina, que trina de debò!!!

    No cal que ens segueixin enredant amb proclames estatalistes!!! Cal que aquells i aquelles que en saben, basteixin el manual antirumors proespanyolistes i que, un a un, els desmuntin tots.

    Parisi

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  5. !Qué divertido esto de poder opinar lo que te salga de allí y que el
    personal te lea y lo comente! sobre el contenido es acertado aunque se
    podría matizar: ¿tú crees que los Uriel Beltrán/López Tena aceptarían
    incorporarse a un frente de izquierdas? por lo que yo se son radicales
    pequeño-burgueses.
    Un abrazo.
    J.

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